Draconianos
Como más tarde descubrirían el hermano de Laurana, Gilthanas, y la mujer-dragón Silvara, los draconianos son perversiones de los huevos de los dragones benignos. Para el observador sólo hace falta fijarse en los nombres de las distintas subespecies: aurak, sivak, baaz, bozak... Los dos primeros hacen creer que vienen de los dragones áureos y argenteos (en inglés, "silver" es plata), pero no poseen las cualidades de lo que antes fueron.
Como todas las razas que son llevadas a los límites del Bien o del Mal, creen que su raza está destinada a gobernar sobre las demás. Sin embargo, se extiende también entre las mismas filas de draconianos. Entre ellos, por ejemplo, un aurak sólo se dejaría mandar por Su Oscura Majestad o por un dragón. Así, cuando no los necesite, acabaría con todos los baaz y bozak que pudiera, guardándose a los sivak por su tremenda capacidad guerrera.
Los eruditos creen que los draconianos no tienen sexo y que no se aparean. Sin embargo, recientes descubrimientos han confirmado la existencia de draconianos hembras, que son custodiadas como tesoros de incalculable valor por el Regimiento de Kang, un extraño ejemplar de draconiano que preferiría encontrar un lugar para vivir en paz antes que continuar luchando batallas en nombre de otros, sobre todo humanos. Según se dice, mientras la mayoría de los draconianos residen hoy en día en la nación de Teyr desde las últimas guerras, Kang y su gente se han desplazado hasta una zona sórdida y alejada donde es difícil que tengan tratos con otras razas.
Antecedentes
En el año 1018 de la Era de la Luz, los sentimientos antidragón eran altos en Krynn, gracias en gran parte a actos malvados provocados por los dragones malvados. Huma, el Caballero de Solamnia, consiguió que los dragones del mal fueran expulsados de Krynn cuando venció a Takhisis, y se les ordenó que durmieran por todo el resto de la eternidad. Para preservar el equilibrio entre el Bien y el Mal, los dragones del bien tuvieron que partir también. Takhisis consiguió de ellos el juramento de que permanecerían en hibernación en la Isla de los Dragones, lejos del continente de Ansalón. Para garantizar el juramento y mantener a los dragones del bien apartados de Krynn, Takhisis mandó robar los huevos de los dragones buenos y los guardó como rehenes en los oscuros túneles debajo de la ciudad de Sanction.
Sin que los dragones buenos lo supieran, sus huevos no fueron cuidados y protegidos como se había prometido. En vez de ello, Takhisis traicionó el juramento corrompiendo los huevos para crear los malignos draconianos. La corrupción implicó una horrible magia realizada por la malvada tríada de Wyrllish el clérigo, Dracart el mago y el anciano dragón rojo Harkiel el Doblador. Mediante arcanos conjuros, hicieron que los huevos crecieran y sus ocupantes se multiplicaran. Wyrllish abrió una puerta al Abismo, y las almas de los esbirros de la Reina Oscura, los abishai, se apresuraron a habitar la progenie draconiana.
Los draconianos se convirtieron en una parte importante de las fuerzas de la Reina Oscura cuando ésta intentó conquistar Krynn en la Guerra de la Lanza. Eran los soldados ideales, más predecibles que los humanos y más dispuestos a seguir las órdenes que los ogros y los goblins que constituían la gran masa del ejército. Al final, los planes de la Reina Oscura fueron desbaratados cuando los dragones buenos supieron de su traición gracias a Silvara y Gilthanas. Una vez los dragones buenos unieron sus fuerzas con las razas buenas del mundo, los ejércitos del Mal fueron derrotados y Takhisis fue expulsada de Krynn.
Sin Takhisis para guiarles, los draconianos supervivientes cayeron en la anarquía. Los líderes más débiles de los ejércitos dragoniles descubrieron que los draconianos ya no respondían a sus órdenes, mientras que muchos de los líderes más dictatoriales descubrían que los hombres dragones se rebelaban contra su control. Los draconianos sin posiciones de responsabilidad en los ejércitos perdieron interés en sus puestos. Aunque algunos draconianos permanecieron leales a sus líderes, la mayoría abandonaron los ejércitos para ocuparse de sí mismos.
En la Quinta Era, la mayoría de los draconianos existen como pequeñas bandas de merodeadores, que viven en desoladas áreas de páramos donde practican el bandidaje, la extorsión y el asesinato. Las bandas de draconianos que viven cerca de las ciudades o poblados se lanzan a menudo contra la población en orgías de pillajes, incendios y muertes. Aunque muchos permanecen leales a Takhisis, los draconianos muestran sólo ocasionalmente interés en los planes de sus antiguos amos de los ejércitos dragoniles. Aunque a veces se descubren unidades draconianas en los ejércitos humanos malvados, permanecen apartados de las demás razas. Los draconianos son atraídos hacia los dragones malvados, pero no tienen una afinidad en particular por ninguna otra criatura.
Razas draconianas
Hay cinco razas draconianas: los baaz, los bozak, los kapak, los sivak y los aurak. Una sexta raza, los traag o protodraconianos, se incluye también aquí; pero la mayoría de los eruditos no los consideran auténticos draconianos. Cada raza surgió de los huevos corrompidos de un dragón del bien en particular: los baaz y traag de los huevos de dragón de laton, los bozak de los huevos de los broncíneos, los kapak de los cobrizos, los sivak de los plateados y los aurak de los dorados.
Cada raza de draconiano sirvió con un papel específico en los ejércitos dragoniles. Los kapak con hojas y flechas envenenadas con su saliva, fueron usados como asesinos y arqueros. Los bozak, con su magia y espadas cortas, fueron usados como fuerzas especiales para dirigir los pelotones draconianos. Los sivak formaron las fuerzas de elite, enfundados en pesadas armaduras y esgrimiendo espadas de dos manos. Los baaz fueron los soldados de a pie y formaron la masa de las tropas. A menudo iban disfrazados y eran usados como exploradores y espías. Los aurak eran raros y especiales; generales de los ejércitos dragoniles, usados también como agentes especiales puesto que podían pasar inadvertidos entre los humanos.
Distintas razas de draconianos fueron asignadas a menudo a los mismos ejércitos durante la Guerra de la Lanza. Hoy en día, sin embargo, los draconianos de distintas razas nunca combaten en las mismas bandas. El antagonismo entre baaz y kapak, por ejemplo, es tan fuerte como el que hay entre draconianos y humanos. Es esta intensa rivalidad y odio interracial lo que impide que los draconianos se conviertan en un poder dominante por derecho propio.
Apariencia
Todos los draconianos tienen la misma apariencia general. Poseen cuerpos humanoides con colas y cabezas de dragón. Pequeñas escamas los cubren de pies a cabeza; las escamas son de un tono más deslucido que las de sus padres originales (por ejemplo, las escamas de los bozak son de un color bronce mate). Tienen hocicos alargados, colmillos afilados como navajas y ojos como cuentas.
Los draconianos poseen gruesos y recios cuerpos y su altura se alinea de los 1,65 m (baaz) a los 2,7 (sivak). En los dedos de sus manos y pies poseen afiladas garras. Pueden manipular herramientas y armas con la misma facilidad que los humanos. Arrastran sus voluminosas colas tras ellos; esas colas son inútiles como armas pero ayudan a los draconianos a equilibrarse. Poseen enormes pies, con tres dedos muy separados en la parte delantera y uno solo en la trasera.
Todos excepto los aurak tienen un par de correosas alas que crecen de sus espaldas. Proyecciones óseas alinean el borde inferior de cada ala, y una única proyección se extiende desde arriba. Las alas de un draconiano son casi tan grandes como su cuerpo.
Todos los draconianos son razonablemente inteligentes y adeptos a varias lenguas. Además de su propia lengua, que suena como una combinación de silbidos y estornudos, la mayoría saben hablar común, así como los lenguajes de los dragones malvados y otras razas malvados.
Habilidades generales
Aunque todos excepto los aurak tienen alas, sólo los sivak pueden mantener un vuelo sostenido (los bozak pueden volar durante sólo un momento). Los draconianos pueden agitar sus alas mientras corren a cuatro patas, lo cual les permite moverse muy deprisa. También pueden usar sus alas para planear una distancia igual a cuatro veces la altura desde la cual despegan (por ejemplo, un draconiano que despegue desde un risco de 30 metros puede planear 120 metros).
Los draconianos no resultan afectados por el miedo a los dragones. En realidad, los draconianos disfrutan con la compañía de los dragones malvados y se alían ansiosamente con ellos.
Los draconianos son criaturas de origen mágico, y así todos ellos irradian magia. Cuando mueren, los arcanos encantamientos que los formaron crean espectaculares formas de morir que pueden ser letales para los que se hallen en las cercanías. La forma de morir de cada raza es única.
Puesto que los draconianos fueron creados de los huevos de los monstruos de Krynn de más larga vida, no son susceptibles de envejecer de ninguna forma apreciable. Aunque no hay registrados casos de draconianos que murieran de vejez, se estima que sus expectativas de vida exceden fácilmente los 1.000 años.
Los draconianos son invulnerables a cualquier enfermedad conocida, y pueden subsistir durante largos períodos con poca comida o agua.